El concepto de «tercer espacio» lo desarrolla el sociólogo estadounidense Ray Oldenburg en su obra The Great Good Place (1999) para referirse a aquellos lugares de encuentro y aprendizaje en colectivo. Lugares acogedores, dispuestos para la interacción social, donde las personas encuentran su lugar, construyen, deconstruyen y de esa forma se apropian (formal o informalmente) de la cultura.
Oldenburg dice que el primer espacio de aprendizaje es la familia, el segundo es la escuela y los “terceros espacios” son esos sitios abiertos, sin obligatoriedad, en los cuales nos gusta pasar libremente el tiempo: parques, plazas, cafeterías, restaurantes, gimnasios, centros comunitarios, iglesias, museos… y bibliotecas.
En este sentido, la Biblio ITESO es un ejemplo de tercer espacio: es un sitio para el aprendizaje y el encuentro, un lugar para el empoderamiento y la autogestión, para el diálogo y la discusión creativa, un lugar para la grupalidad y la conexión con la cultura, con las culturas.
La biblioteca es incluyente y da la bienvenida a todos en igualdad de condiciones y de oportunidades. Recibe tanto a los que buscan calma y concentración individual como a los que construyen colaborativamente, a los de ciencias exactas y a los artistas, a los recién llegados y a los ya conocidos, a los adultos, a los jóvenes, a los niños y a las niñas, ¡a tod@s!
Además, la biblioteca es una zona de seguridad en donde puedes descansar, pensar, trabajar y disfrutar sin que nadie te pida nada a cambio. Es el espacio común en donde todos somos iguales. Es como un refugio en los momentos de incertidumbre y hasta un hogar para quienes están lejos de casa. No hay hora de llegada, no importa cuánto tiempo te quedas o a qué horas te vas; nadie te pedirá tu tarea ni tu calificación; no cambia en nada tu apellido ni la marca de tu ropa. Lo único importante es quién eres en este preciso momento y cómo quieres reinventarte cada vez.
En la Biblio ITESO todos cabemos y existe un rincón para cada gusto. En la biblioteca los antagonismos o los opuestos se encuentran en fructífera interacción, porque creemos en las combinaciones aparentemente imposibles y porque en la biblioteca se honra la diversidad. De verdad confiamos en que es posible la armoniosa convivencia entre los diferentes, cuando están dispuestos al acuerdo respetuoso.
Así, la biblioteca del ITESO no es solo un bello edificio en el centro del campus ni solo un conjunto de paredes, cristales y sillones cómodos; aunque también lo sea. Más bien nuestra biblioteca es un trozo de utopía, que propone maneras diferentes de leer el mundo y formas distintas de vivir juntos.
Pero nuestra biblioteca no es tampoco cualquier “tercer espacio”. Es un tercer espacio profundo y singular. Por eso desde que entras se siente una atmósfera diferente. Al abrir sus puertas se trata de tomar distancia del ruido exterior y contactar con lo que buscas, con lo que deseas, con lo que eres. Se trata de que tus movimientos tomen otro ritmo, de que tus oídos perciban una música silenciosa, de que la prisa haga una pausa y des paso a las preguntas, a la curiosidad, al conocimiento, a la alteridad.
La biblioteca ITESO es una propuesta de apertura radical, en donde late el espíritu universitario. Pero entrar a ella es disponerte al descubrimiento, la exploración, la reflexión y relación con múltiples fuentes para aprender, e incluso para desaprender.
Cruzar las puertas de la biblioteca es aceptar la invitación a un viaje hacia el pasado, el presente y el futuro; un viaje también por el universo, de donde regresarás con alguna huella marcada en la piel de tu trayectoria profesional.
De ahí que nuestro compromiso también sea contar con un espléndido acervo, tanto impreso como digital, finamente seleccionado y actualizado, ordenado lógicamente y conservado con esmero, accesible siempre para quienes se animen a descubrirlo.
Las bibliotecas existen desde hace muchísimo tiempo. Las bibliotecas mesopotámicas, helenísticas, medievales, renacentistas o las bibliotecas públicas del siglo XIX han sido totalmente diferentes entre ellas: han sido testigos de su época y se fueron transformado, sin perder su esencia. En este siglo 21, nuestra biblioteca ITESO ha roto esquemas y camina en las fronteras de la innovación. Pero siempre seguirá honrando la tradición que le da sentido a las bibliotecas desde la antigüedad: Preservar el saber humano, asegurar su accesibilidad, proponer caminos para la búsqueda de la verdad y de la belleza, ser guardianas de la memoria, tejedoras de la identidad colectiva, cuidadoras de la vida, impulsoras de la creatividad e inspiradoras del futuro. He ahí la contribución de la Biblioteca a tu trayectoria universitaria y con ello a la misión educativa, cultural y social del ITESO.
FOTOS: Luis Ponciano
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