Cuarto de Maravillas

Las colecciones que las bibliotecas comúnmente denominan libros antiguos y raros, derivan de una larga tradición dentro de la cual el libro es valorado como objeto, a la manera de una obra de arte o de otro tipo de antigüedades. En el caso de los libros, para fines del siglo XVII ya había listados de impresiones consideradas raras, por razón de los pocos ejemplares en circulación o bien por su “excelencia o mérito poco común”. Una condición de rareza, que los libros compartieron con muchos otros objetos, tanto de carácter artificial como natural, en las llamadas cámaras de maravillas o gabinetes de curiosidades, antecedentes del coleccionismo moderno, y en las cuales el placer estético emanado de las rarezas, se abre al acceso público restringido. Bebiendo de esa fuente, la Biblioteca del ITESO –como tantas otras alrededor del mundo– tiene su Cuarto de Maravillas, pleno de obras valiosas por razones diversas y que ahora formarán parte de esta exhibición permanente y sucesiva, para que todos puedan gozar y asombrarse con ellas.

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