
El paisaje y su biodiversidad son elementos constituyentes del mundo, tanto como nuestros cuerpos son parte del espacio que habitamos. El estado que guardan estos territorios es fundamental para la supervivencia, y también para el disfrute. No obstante, las actividades productivas y la naturaleza viven una tensión constante, que en estas épocas parece llegar a un límite que nos obliga a pensar distinto las formas en que extraemos recursos de ella.
Esta exposición es una invitación a esta mirada crítica, pero que no pierde la esperanza. Diseñada con base en fotografías del biólogo Juan Fernando Escobar, pone el ojo en la biodiversidad aún presente. Sus imágenes, tomadas con cámara réflex y a través de foto trampas, forman parte de un proyecto de investigación que busca generar conocimiento y capacidades locales para transitar hacia la sustentabilidad.
La muestra también propone ejemplos de materiales y emprendimientos a partir del agave que, con sus lógicas de economía circular y respeto por la diversidad cultural y ambiental, resultan alternativas a la producción masiva.
Disfrutar de las fotos, enriquecernos con las imágenes del territorio creadas desde la literatura y los libros, y conocer de una manera más profunda y crítica el funcionamiento del Paisaje Agavero, es la propuesta de esta muestra que esperamos invite a imaginar futuros posibles y adecuados para la vida en armonía entre los distintos seres que habitamos el mundo.
En 2006 la UNESCO declaró Patrimonio Mundial al Paisaje de agaves y antiguas instalaciones industriales de Tequila, un territorio de 34.658 hectáreas de cultivos de agave azul (Tequilana weber), que abarca los municipios de Tequila, Arenal y Amatitlán, y que también comprende zonas de vestigios arqueológicos de cultivos en terrazas, viviendas, templos, túmulos ceremoniales y terrenos de juego de pelota que constituyen un testimonio de la cultura de Teuchitlán.