Reflexionan sobre las distintas caras de la paz

Reflexiones

En el marco de la Jornada Universitaria por la Paz con Justicia, convocada por Sistema Universitario Jesuita, se realizó la charla «Reflexiones 3.0: cuando tú dices paz yo…», en la que tres integrantes de la comunidad universitaria compartieron su forma de entender la paz y cómo vivirla.

Édgar Velasco

En una realidad como la que atraviesa México, en la que diferentes manifestaciones de la violencia aquejan a la ciudadanía todos los días, es recurrente hablar de la necesidad de una pacificación, de alcanzar la paz. Pero cuando se hurga un poco detrás del concepto paz, vale la pena preguntarse si estamos hablando de lo mismo: si esa paz es lo mismo para el Estado que para los pueblos originarios, para las comunidades que para los países. Éstas son algunas de las reflexiones que se pudieron escuchar durante la charla «Reflexiones 3.0: cuando tú dices paz yo…», en la que tres integrantes de la comunidad universitaria compartieron, en el ágora de la Biblioteca Dr. Jorge Villalobos Padilla, SJ, sus reflexiones sobre cómo se puede entender y vivir la paz en los tiempos que corren. 

En el diálogo participaron Alejandra Guillén, periodista y académica de la Coordinación de Programas de Incidencia Social del ITESO (Coincide); Elías González, académico del Departamento de Formación Humana (DFH), y Pedro Reyes, SJ, director de la revista Christus. Previo a comenzar la charla, Cristina Ulloa, también académica del DFH y moderadora de la actividad, explicó que ésta se enmarcó como parte de la Jornada Universitaria por la Paz con Justicia, convocada por Sistema Universitario Jesuita (SUJ), y que su objetivo era propiciar «un espacio para compartir, pensar y hacer». 

Para comenzar, preguntó a los tres participantes qué reflexiones les provoca escuchar la palabra paz. Alejandra Guillén comenzó señalando que es un concepto que casi no usa y compartió una anécdota para ejemplificar cómo, durante un encuentro en Colombia, el mismo concepto de paz resultó conflictivo. «Las comunidades estaban molestas y cuestionaban cómo se estaba abordando la paz. Veían que era sólo un discurso del Estado para continuar con la guerra capitalista y el despojo», dijo, para luego señalar que es importante «revisar de dónde viene el uso del concepto paz». 

Dando continuidad a esta idea, Pedro Reyes, SJ, señaló que era importante ir un poco más allá de las cosas obvias que vienen a la mente cuando se escucha la palabra paz, que muchas veces se asocia con la no violencia o la alegría, aunque muchas veces no es la palabra adecuada para lo que se quiere decir. Para llevar más allá la reflexión, dijo que era necesario revisar desde dónde se estaba abordando el concepto de paz, ya que, ejemplificó, no es lo mismo la pax romana, entendida como el sometimiento a los deseos del emperador o, en tiempos más modernos, la voluntad de un gobernante; o la paz de las tradiciones orientales, entendida no como la ausencia de conflictos, sino como «la capacidad interna de orientarme hacia el bien y la tranquilidad»; o el concepto judío del shalom, que se basa en el reconocimiento de la diversidad y que busca encontrar un lugar común para que cada individuo se desarrolle respetando la verdad del otro. 

Ya tirada esa línea de pensamiento, Elías González compartió sus reflexiones acerca de la no violencia y la interculturalidad, y puso sobre la mesa la idea de la paz como un don «que sólo se cumple cuando lo recibes, no puede ser unilateral, debe haber una comunión». 

Durante una segunda ronda de intervenciones, Guillén advirtió que en los tiempos que corren es «relevante pensar la genealogía de la violencia para saber desde dónde la estamos leyendo y darnos cuenta cómo nos daña». Agregó que esto es importante porque muchas veces el discurso de la violencia se ha instaurado para descalificar y desarticular la lucha de las comunidades y los pueblos calificándolos como violentos, cuando en realidad «lo que están haciendo es organizarse para hacer frente a la guerra capitalista». 

González señaló que muchos de los problemas de las sociedades actuales tienen que ver con la escala en la que estamos viviendo. «No nos movemos en una escala humana y entonces necesitamos prótesis tecnológicas», dijo y agregó que es necesario volver a tomar conciencia de lo local para poder activar cambios reales: «Ahí donde algo está mal es porque ese algo es demasiado grande». Por su parte, Pedro Reyes apuntó que es necesario recuperar lo que llamó «la sabiduría de la amistad», ya que la amistad siempre implica diversidad. 

Para finalizar la charla, Reyes y Guillén dejaron un par de preguntas: ¿cómo podemos recuperar la diversidad y la capacidad de disfrutar en común? ¿Cómo hacemos para construir redes de cuidados en la cuadra, en el barrio? La búsqueda de las respuestas puede ser, quizás, un primer paso para comenzar a construir la paz. 

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